La Justicia comprobó el propio club ocultó una prueba clave

LA PANDILLA: la Justicia comprobó que desde el club se fraguó una prueba clave

Se complica la situación de Vélez en el caso del crimen del hincha Diego Bogado: la Justicia comprobó que desde el club se fraguó una prueba clave. Arde la causa. 
Vélez siempre dijo no tener barras. Pero Diego Bogado, asesinado en el Amalfitani el 9/4/13 tras un partido de Copa contra Emelec, era barra. El club siempre afirmó no tener relación con La Pandilla. Pero ésta tenía una oficina en el estadio con llaves y alarma propia. Vélez siempre aseguró que su sistema de audio y video era impecable. Pero en la noche que todo sucedió, las imágenes sobre la zona del hecho se borraron y quedaron inutilizadas. Muchas cosas raras quedaron al descubierto en la causa en que se investiga el homicido de Bogado. Pero ahora, apareció un hecho que mucho más grave: el jefe de Seguridad del club, comisario retirado Eduardo Capuchetti, por motus propio o empujado por la institución, sustrajo una prueba clave del expediente y cuando esto se descubrió, la devolvió fraguada, por él o por alguien con acceso a esa evidencia. Tremendo. ¿De qué se trata? Cuando se encontró el cuerpo de Bogado en la herrería, la Policía y la Justicia hicieron la inspección ocular de lo que había. Entre sus pertenencias, el barra tenía dos entradas de protocolo. La Policía siempre debe secuestrar todo y entregárselo a la fiscal. Pero en este caso, esos tickets que mostraban vinculación de Bogado con el club, desaparecieron. Cuando la fiscal Gils Carbó se dio cuenta, amenazó con hacer rodar varias cabezas de la Federal, por lo que dos días más tarde, un oficial de la comisaría 44, Diego Paz, trajo los tickets y declaró que se los había quedado Capuchetti. Pero había un detalle: a las entradas les habían agregado un nombre manuscrito: Chicho. ¿Quién es Chicho? Se llama Mariano Dassis y es el jefe político de La Pandilla, la persona a la que le bajan las entradas para que las reparta. ¿Cuántas? Según cree la fiscalía tras analizar las computadoras secuestradas del club, son 600 por partido. La pregunta del millón, es por qué intentaron involucrarlo en el asesinato de Bogado. “El no lo sabe, yo tampoco. Lo cierto es que hay una clara intencionalidad de alguien en dirigir la pesquisa hacia mi defendido”, le dijo Fernando Arias Caamaño, abogado de Chicho, a Olé . Las hipótesis que se manejan son dos. Una, involucra una interna de barras que permitiría, con la oficial apuntada, el ascenso al poder de la facción Los José de Villa Luro. Para esto se tiene en cuenta que meses atrás, en la previa a un partido con Godoy Cruz, hubo un choque entre ambos bandos en la avenida Juan B. Justo y una semana antes del partido con Emelec, hubo lío en Núñez antes del match con River y quienes coparon la tribuna fueron los de Villa Luro. La otra teoría es más inquietante: que a Bogado lo mató gente cercana a la fuerza por una mejicaneada de plata en negocios presuntamente vinculados a sustancias ilegales. E intentaron direccionar la investigación hacia una pelea de La Pandilla para zafar y el club quedó en medio de esta trampa. Como sea, el caso es gravísimo. Y Vélez deberá rendir cuentas.